El universo revela su materia perdida: el crucial papel de las ráfagas rápidas de radio
Foto de Geralt/Pixabay
Durante décadas, uno de los mayores enigmas de la cosmología moderna fue la aparente ausencia de casi la mitad de la materia ordinaria del universo. Los cálculos teóricos indicaban que debía existir, pero los telescopios no lograban detectarla. Hoy, ese misterio ha sido resuelto gracias a un fenómeno cósmico extraordinario: las ráfagas rápidas de radio (FRBs, por sus siglas en inglés).
Un equipo internacional de astrónomos, liderado por investigadores del Center for Astrophysics | Harvard & Smithsonian y Caltech, ha utilizado estas poderosas señales para localizar la materia bariónica "perdida", aquella compuesta por protones, neutrones y electrones, que se encontraba dispersa en el tenue medio intergaláctico.
Las FRBs: mensajeras del cosmos
Las ráfagas rápidas de radio son destellos de energía extremadamente breves —duran apenas milisegundos— pero tan intensos que pueden ser detectados a miles de millones de años luz de distancia. Su origen sigue siendo en parte misterioso, aunque se cree que podrían provenir de estrellas de neutrones, magnetares o incluso de procesos aún desconocidos.
Lo que las hace especialmente valiosas para la ciencia es su capacidad de actuar como "linternas cósmicas". Al viajar a través del universo, las FRBs interactúan con los electrones libres presentes en el espacio intergaláctico, lo que provoca un retraso medible en su llegada a la Tierra. Este efecto, conocido como dispersión de la señal, permite a los astrónomos calcular la densidad de la materia que atraviesan.
El hallazgo: cartografiando lo invisible
El equipo analizó más de 60 FRBs, incluyendo la recién descubierta FRB 20230521B, la más lejana detectada hasta ahora, ubicada a unos 9.100 millones de años luz. Al estudiar cómo estas señales se dispersaban en su viaje, los científicos lograron "pesar" la materia invisible entre las galaxias.
Los resultados confirmaron lo que los modelos teóricos ya sugerían: aproximadamente el 76% de la materia ordinaria del universo reside en el medio intergaláctico, formando una especie de niebla difusa de gas y plasma que conecta las galaxias. Esta materia, aunque extremadamente tenue, es crucial para entender la estructura a gran escala del cosmos.
Implicaciones: redefiniendo la evolución del universo
Este descubrimiento no solo resuelve un enigma de larga data, sino que también proporciona nuevas claves sobre cómo la materia se distribuye y recicla en el universo. Las galaxias no están aisladas; en cambio, están inmersas en una red cósmica donde el gas fluye hacia adentro y hacia afuera mediante fenómenos como explosiones de supernovas y la actividad de agujeros negros supermasivos.
Además, el estudio refuerza la importancia de las FRBs como herramientas astronómicas. Con la próxima generación de telescopios, como el DSA-2000, los científicos esperan crear mapas tridimensionales detallados de la materia oculta, revelando con mayor precisión cómo se estructura el universo a escalas nunca antes exploradas.
Una nueva era en la cosmología
Las ráfagas rápidas de radio han demostrado ser mucho más que un fenómeno intrigante: son una ventana hacia los componentes invisibles del cosmos. Gracias a ellas, lo que alguna vez pareció perdido en el vasto espacio intergaláctico ha sido, por fin, encontrado.
Este avance marca el inicio de una nueva era en la astronomía, donde las señales más fugaces del universo iluminan los secretos mejor guardados de su estructura. Y lo que hemos descubierto hasta ahora es solo el principio.
Fuente: Nature Astronomy (2025)
https://www.nature.com/articles/s41550-025-02566-y