Un hito de la ingeniería hidráulica en Jerusalén: la represa de Siloé y su contexto climático en el siglo IX a. C.

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El hallazgo de una monumental estructura hidráulica en la Ciudad de David —una presa de piedra datada en torno al 805–795 a. C.— está transformando el panorama de la arqueología bíblica y la historia urbana del antiguo Jerusalén. Excavada por un equipo conjunto de la Israel Antiquities Authority (IAA) y el Weizmann Institute of Science, esta construcción es actualmente el sistema de contención de agua más antiguo documentado en Jerusalén y el de mayor envergadura descubierto en Israel. Su proximidad a la Piscina de Siloé (Pool of Siloam) —sitio con fuerte carga simbólica en el Evangelio de Juan— le confiere un interés interdisciplinario que trasciende lo meramente arqueológico.

Características arquitectónicas y métodos de datación

El dique presenta dimensiones notables: aproximadamente 12 metros de altura, 8 metros de grosor y al menos 21 metros de longitud excavada, con la posibilidad de que su extensión real sea aún mayor. La construcción está formada por bloques de piedra dispuestos con precisión, evidenciando un avanzado conocimiento de ingeniería para la época.

Para establecer su cronología, los investigadores recurrieron a datación por radiocarbono (C-14) de materiales orgánicos —ramas carbonizadas y fragmentos de paja sin quemar— atrapados en el mortero original. La aplicación de este método permitió ubicar su edificación en una ventana temporal excepcionalmente estrecha, correspondiente a los reinados de Joás o Amasías del Reino de Judá. La precisión alcanzada es particularmente relevante, pues proporciona una correlación directa con los registros históricos y bíblicos de la época.

Contexto paleoclimático e hidráulico

El análisis de la presa se complementó con estudios paleoclimáticos basados en núcleos de sedimentos del Mar Muerto, espeleotemas de la cueva Soreq y series de datos de actividad solar. Estos registros apuntan a que Jerusalén atravesaba un régimen hidrológico caracterizado por prolongadas sequías interrumpidas por precipitaciones breves y torrenciales, lo que generaba un alto riesgo de inundaciones repentinas.

Frente a estas presiones ambientales, las autoridades del Reino de Judá implementaron una infraestructura hidráulica de gran escala, cuyo propósito era regular el caudal del manantial de Guijón, canalizar las aguas pluviales de los valles adyacentes y almacenarlas para el consumo urbano. Este sistema, que incluye la presa recientemente descubierta, canales de conducción y reservorios asociados, refleja un temprano modelo de gestión centralizada de recursos hídricos, probablemente vinculado a la consolidación del poder estatal y al crecimiento demográfico de la ciudad.

Significado histórico y religioso

La ubicación de la presa cerca de la Piscina de Siloé agrega una dimensión teológica e histórica de gran relevancia. Según el Evangelio de Juan (9:1-7), fue en estas aguas donde Jesús curó a un hombre ciego, convirtiendo el lugar en símbolo de sanación y fe.

Desde una perspectiva histórica, el hallazgo constituye evidencia material de que la gestión del agua fue una prioridad estratégica ya en el siglo IX a. C., anticipando desarrollos posteriores como el Túnel de Ezequías. Demuestra que el urbanismo jerosolimitano de la Edad del Hierro incluía soluciones complejas de ingeniería civil, diseñadas no sólo para sobrevivir a condiciones climáticas extremas, sino para asegurar la resiliencia de la ciudad frente a crisis prolongadas.

Implicaciones contemporáneas

Los resultados de esta investigación abren nuevas líneas de reflexión:

1. Adaptación al cambio climático: La presa ilustra cómo sociedades preindustriales enfrentaban fenómenos climáticos extremos mediante estrategias de infraestructura. Este ejemplo histórico aporta un paralelismo útil para el diseño de sistemas hídricos modernos frente a escenarios de escasez y eventos extremos.


2. Intersección entre arqueología y religión: Sitios de relevancia bíblica continúan revelando datos que enriquecen nuestra comprensión de la vida urbana, las estructuras de poder y las tecnologías de la Edad del Hierro, fomentando un diálogo entre ciencias históricas y tradiciones culturales.


3. Conservación patrimonial: El descubrimiento subraya la necesidad de preservar las capas arqueológicas de Jerusalén, cuya exploración sistemática puede seguir revelando información crucial sobre los primeros periodos del urbanismo israelita y judío.

La presa monumental de la Ciudad de David no es un hallazgo aislado, sino una pieza clave en el rompecabezas de la historia hidráulica y urbana de Jerusalén. Su combinación de datación precisa, magnitud arquitectónica y contexto climático ofrece una ventana única al Reino de Judá durante el siglo IX a. C. Este descubrimiento confirma que la gestión del agua constituyó un eje central en la construcción del poder estatal y en la configuración de la ciudad sagrada.

Referencias Científicas ⬇️ 

Regev, J., Szanton, N., Vukosavović, P., Berko, N., Boaretto, E. et al. (2025). Radiocarbon dating of Jerusalem’s Siloam Dam links climate data and major waterworks. Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Weizmann Institute of Science. Carbon-14 Dating Unlocks Ancient Jerusalem’s Water Secret: Monumental Siloam Dam was Built in 800 BCE to Face a Climate Crisis.

Israel Antiquities Authority / City of David Foundation. Monumental Waterworks of the First Temple Period: Excavation Report.