Flexoelectricidad en el hielo: nueva clave para la electrificación atmosférica y la innovación tecnológica

Ilustración generada con Inteligencia Artificial ChatGPT 

El hielo, material de composición aparentemente simple y presente en vastas regiones de la Tierra y del Sistema Solar, continúa revelando propiedades físicas que desafían los modelos tradicionales. Un estudio internacional liderado por el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2), en colaboración con la Universidad Jiaotong de Xi’an (China) y la Universidad de Stony Brook (EE.UU.), ha documentado de manera experimental que el hielo hexagonal (fase Ih) exhibe flexoelectricidad, un fenómeno mediante el cual el material genera un potencial eléctrico cuando se somete a una deformación no uniforme.

Este hallazgo, publicado en Nature Physics, constituye un hito tanto en la física de materiales como en la meteorología, ya que proporciona una explicación física robusta para el origen de la electrificación de las nubes —un proceso fundamental para la formación de rayos— y abre un espectro de aplicaciones tecnológicas en la recolección de energía, el diseño de sensores y la exploración espacial.

Mecanismo físico: flexoelectricidad en hielo

En materiales no piezoeléctricos, la generación de carga eléctrica bajo estrés mecánico no era considerada posible. Sin embargo, la flexoelectricidad es un efecto más general, en el que la polarización eléctrica surge de gradientes de deformación en lugar de una compresión uniforme.

En condiciones de laboratorio, los investigadores deformaron mecánicamente placas de hielo colocadas entre electrodos, detectando un voltaje proporcional a la magnitud de la flexión aplicada. Los valores de potencial obtenidos fueron coherentes con las mediciones de campo eléctrico en nubes de tormenta, lo que refuerza la hipótesis de que la flexoelectricidad del hielo es el mecanismo subyacente de la electrificación atmosférica.

Este resultado representa un cambio de paradigma en física atmosférica: lo que antes se atribuía a procesos poco cuantificables como la triboelectrificación o la ruptura de cristales de hielo, ahora puede explicarse mediante una propiedad intrínseca y cuantificable de la materia.


Propiedades emergentes: ferroelectricidad en superficie

El estudio también revela que, a temperaturas inferiores a 160 K (−113 °C), la superficie del hielo adquiere ferroelectricidad, lo que implica la existencia de dipolos eléctricos ordenados y reversibles. Este comportamiento es análogo al de materiales ferroeléctricos clásicos como el titanato de bario, pero se presenta en un material molecular tan simple como el H₂O sólido.

Esta doble naturaleza —flexoelectricidad cerca del punto de fusión y ferroelectricidad en condiciones de criogenia— sugiere que el hielo es un material multifuncional, con posibles aplicaciones en nanodispositivos, memorias eléctricas y sensores en entornos de baja temperatura.

Implicaciones para la física atmosférica

Comprender el origen físico de la electrificación de las nubes es crucial para la modelización climática y la predicción de tormentas severas. Las descargas eléctricas atmosféricas no solo representan un riesgo para la seguridad humana y la infraestructura, sino que también influyen en la química de la atmósfera, afectando la producción de óxidos de nitrógeno y el balance de gases de efecto invernadero.

La validación experimental de la flexoelectricidad del hielo permite incorporar este mecanismo en modelos numéricos de nucleación de carga y formación de rayos, lo que podría mejorar la precisión de los sistemas de alerta temprana y la prevención de daños en redes eléctricas, aviación y telecomunicaciones.

Perspectivas tecnológicas y de exploración espacial

El hallazgo abre nuevas posibilidades para el desarrollo de sistemas de generación de energía sin componentes activos, aprovechando las deformaciones del hielo en entornos naturales para producir electricidad. Entre las aplicaciones más prometedoras destacan:

Sensores autosuficientes en regiones polares: útiles para el monitoreo del deshielo, emisiones de metano y actividad sísmica subglacial.

Instrumentación para exploración planetaria: en lunas heladas como Europa o Encélado, donde el hielo es el material dominante y puede servir como componente funcional de sistemas de detección.

Tecnología de baja potencia en entornos extremos: microdispositivos y nanogeneradores que funcionen en condiciones donde las fuentes de energía convencionales son inviables.


La identificación de la flexoelectricidad en hielo no solo resuelve un problema de larga data en meteorología, sino que amplía el marco conceptual de la física de materiales. El hielo, lejos de ser un sólido eléctricamente pasivo, emerge como un actor clave en la dinámica atmosférica y como un material con potencial para el diseño de tecnologías sostenibles.

Este descubrimiento subraya la importancia de seguir investigando propiedades físicas de materiales aparentemente simples, ya que su estudio puede conducir a innovaciones que impacten desde la predicción climática hasta la exploración espacial y la generación de energía limpia.

Referencias ⬇️

ICN2 – Ice generates electricity when bent

Nature Physics – Flexoelectricity in Ice