La otra derrota de Napoleón: Evidencias genéticas reconfiguran las causas del colapso del ejército francés en Rusia (1812)

Imagen ilustrativa William Sadler (pintor)/ Wikimedia commons

Un estudio reciente de genética paleomicrobiana ha revelado que la devastadora retirada del ejército napoleónico de Rusia en 1812 no se debió exclusivamente al tifus, como sostienen los relatos históricos tradicionales, sino a una combinación de enfermedades infecciosas previamente ignoradas. El trabajo, desarrollado por el Instituto Pasteur y publicado en bioRxiv, reexamina con técnicas metagenómicas los restos de soldados franceses hallados en Vilnius, aportando nuevas evidencias sobre los verdaderos patógenos implicados. Estos hallazgos sitúan a la arqueogenómica militar en el centro de una reinterpretación de la historia bélica moderna.

Una retirada marcada por la enfermedad y el colapso

La campaña napoleónica en Rusia, iniciada en junio de 1812, se ha consolidado como uno de los episodios más catastróficos de la historia militar europea. El llamado Gran Ejército (La Grande Armée), conformado por aproximadamente 600.000 soldados de diversas nacionalidades, fue diezmado durante su retirada hacia Polonia, con un saldo estimado de más de 300.000 bajas en menos de tres meses. Las causas han sido históricamente atribuidas al rigor del invierno ruso, la escasez alimentaria y, sobre todo, a enfermedades infecciosas como el tifus.

Los escritos del médico militar J.R.L. de Kirckhoff y otros testimonios contemporáneos describen con detalle síntomas compatibles con tifus, fiebre de las trincheras, disentería, neumonía e ictericia, en un contexto de hacinamiento, desnutrición y agotamiento extremo. No obstante, la veracidad etiológica de estas afirmaciones nunca había sido puesta a prueba mediante análisis moleculares directos hasta ahora.

Innovación metodológica: el enfoque metagenómico sin hipótesis previa

El equipo encabezado por el investigador Nicolás Rascovan, del Instituto Pasteur en París, ha aplicado un enfoque metagenómico de ADN antiguo para analizar restos dentales de trece soldados hallados en una fosa común en Vilnius (Lituania), uno de los últimos enclaves de la retirada francesa. A diferencia de las técnicas anteriores, que amplificaban secuencias específicas de patógenos sospechados (como Rickettsia prowazekii, agente del tifus epidémico), este nuevo enfoque permite identificar cualquier material genético presente sin un sesgo de hipótesis previa.

La técnica empleada combina secuenciación masiva de próxima generación (NGS), autenticación de daño en ADN antiguo y análisis bioinformáticos para reconstruir perfiles patógenos en individuos fallecidos hace más de dos siglos.

Resultados: ausencia de tifus y presencia de patógenos alternativos

Contrario a las suposiciones históricas, el análisis no reveló evidencias consistentes de Rickettsia prowazekii ni de otros patógenos asociados a fiebre de las trincheras (Bartonella quintana). En cambio, se identificaron trazas genéticas de:

Salmonella enterica (serovar Paratyphi C): agente causante de fiebre paratifoidea, enfermedad entérica similar a la fiebre tifoidea, que puede provocar fiebre alta, debilidad generalizada, dolor abdominal y deshidratación severa.

Borrelia recurrentis: espiroqueta transmitida por piojos corporales, causante de fiebre recurrente epidémica, caracterizada por ciclos agudos de fiebre, escalofríos y hemorragias internas. Esta enfermedad prospera en condiciones de hacinamiento e higiene deficiente, comunes en contextos bélicos.


Ambos agentes infecciosos, aunque menos célebres que el tifus, son igual de letales en ausencia de tratamiento, especialmente cuando se superponen a factores de estrés fisiológico como el frío extremo, la inanición y el agotamiento inmunológico.

Limitaciones y debate científico

A pesar de la relevancia de los hallazgos, la comunidad científica ha recibido los resultados con cautela razonada. La investigadora Sally Wasef, de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia), advierte que la baja concentración de ADN microbiano en los restos limita el poder concluyente del estudio. Además, remarca que los síntomas descritos en documentos históricos podrían coincidir con múltiples patologías infecciosas.

Los propios autores reconocen la fragilidad inherente del ADN antiguo, su degradación diferencial entre individuos y la posible contaminación ambiental. Asimismo, subrayan que la ausencia de un patógeno en una muestra no implica su inexistencia en el evento histórico completo.

La necesidad de ampliar la muestra poblacional y extender el análisis a restos de otras regiones del frente oriental es imperativa para construir un mapa patógeno más robusto del colapso del ejército napoleónico.

Implicaciones: la arqueogenómica militar como herramienta histórica

Este estudio se inscribe en un campo emergente conocido como arqueogenómica militar, que combina genética, arqueología forense, historia y bioinformática para reconstruir escenarios de mortalidad masiva en conflictos bélicos desde una perspectiva biomolecular.

Más allá de su valor diagnóstico, esta disciplina permite cuantificar el impacto de los patógenos en el devenir de los imperios, reconfigurando los factores que determinan el éxito o fracaso de campañas militares. En el caso de la campaña de Rusia, las enfermedades infecciosas aparecen no como un elemento secundario, sino como agentes históricos decisivos en el colapso del ejército más poderoso de su tiempo.

Los hallazgos del equipo del Instituto Pasteur aportan una nueva dimensión a la tragedia del invierno de 1812. El frío, el hambre y el agotamiento no actuaron solos: la infección bacteriana múltiple contribuyó activamente a la aniquilación del ejército napoleónico. Aunque aún se requieren más estudios para confirmar estos resultados, el trabajo marca un cambio de paradigma en la interpretación de las causas de mortalidad masiva durante conflictos históricos.

Este enfoque multidisciplinario no solo ofrece respuestas científicas a interrogantes históricos, sino que permite comprender mejor cómo las condiciones sanitarias, el clima y los patógenos moldean el curso de la historia humana.

Referencia ⬇️ 
Rascovan, N., et al. (2025). Pathogen DNA detected in remains of Napoleonic soldiers from the 1812 Russian campaign. bioRxiv. https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2025.07.12.664512v1

New Scientist. (2025). DNA analysis reveals what really killed Napoleon’s army in 1812. https://www.newscientist.com/article/2490848-dna-analysis-reveals-what-really-killed-napoleons-army-in-1812/

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