Formación Paposo: Evidencia geológica de un Marte acuoso en el pasado
imagen de la estructura coralina hallada por el Curiosity (NASA/JPL-Caltech)
El 24 de julio de 2025, el róver Curiosity de la NASA registró una imagen que, semanas después, fue difundida públicamente y que ha reactivado el debate científico sobre la historia geológica de Marte. En ella se aprecia una estructura mineral de aproximadamente cinco centímetros, denominada Paposo, cuya morfología ramificada recuerda notablemente a la de corales marinos presentes en la Tierra.
Aunque no constituye evidencia biológica directa, el hallazgo reviste un interés geocientífico significativo, ya que podría representar un marcador de interacción prolongada entre agua y roca en el Marte primitivo, hace miles de millones de años.
Origen geológico y contexto de formación
Según el equipo científico de la NASA, la estructura Paposo se habría originado cuando agua mineralizada penetró microfracturas en la roca madre, depositando minerales que con el tiempo se consolidaron en una red cristalina. Posteriormente, procesos de erosión eólica eliminaron el material circundante, dejando expuesta la estructura mineral ramificada.
Este tipo de formación se encuentra en una zona específica del Monte Sharp, dentro del cráter Gale, donde Curiosity ha documentado múltiples formaciones de tipo boxwork. Estas redes de crestas minerales son un indicador inequívoco de actividad hidrogeológica subterránea pasada y, en la Tierra, suelen estar vinculadas a ambientes donde aguas ricas en minerales interactúan con formaciones rocosas durante largos periodos de tiempo, favoreciendo complejos procesos geoquímicos.
Relevancia en la exploración marciana
El hallazgo de Paposo adquiere relevancia dentro del marco de la astrobiología y la geoquímica planetaria por varias razones:
1. Indicador de ambientes acuosos antiguos: sugiere la existencia de agua líquida en el pasado, en condiciones estables y prolongadas.
2. Potencial para estudios comparativos Tierra-Marte: las analogías con formaciones terrestres permiten aplicar modelos geoquímicos conocidos para inferir procesos marcianos.
3. Implicaciones astrobiológicas: aunque no sea una estructura biogénica, las condiciones necesarias para su formación son compatibles con entornos que, en la Tierra, pueden albergar vida microbiana.
Estado operativo del róver Curiosity
Desde su llegada a Marte en agosto de 2012, Curiosity ha mantenido operaciones científicas gracias a un generador termoeléctrico de radioisótopos (RTG), que convierte el calor del decaimiento del plutonio-238 en electricidad. Dado que la potencia disponible disminuye gradualmente, el equipo del Jet Propulsion Laboratory (JPL) ha implementado mejoras operativas clave:
Actualizaciones de software que permiten realizar múltiples tareas en paralelo.
Modos de reposo autónomos, reduciendo la dependencia de instrucciones diarias desde la Tierra.
Optimización del consumo energético para prolongar la vida útil de los instrumentos.
Estas estrategias han permitido que, tras 13 años de misión, el róver siga enviando datos cruciales para la reconstrucción del pasado marciano.
Paposo no solo representa una curiosidad geológica, sino un registro mineral del Marte temprano, cuando el planeta contaba con una atmósfera más densa y abundantes cuerpos de agua líquida. Este y otros hallazgos se integran en un creciente cuerpo de evidencias que apuntan a un pasado marciano potencialmente habitable.
La confirmación de vida pasada sigue siendo esquiva, pero estructuras como Paposo son esenciales para delinear la evolución climática y geológica de Marte, aportando datos que acercan a la humanidad a responder una de las cuestiones fundamentales de la ciencia: si la vida alguna vez existió más allá de la Tierra.
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